miércoles, 6 de enero de 2016

Mente, corazón y brazos

Querida honestidad, ¿dónde te perdiste?
Soñada fraternidad. ¿dónde te hallas?
Perdida paternidad, nunca la recuperaré.
Despilfarraste tu amor en cosas sobrevaloradas,
malgastaste tu afecto entre amasijos de hierro, entre trozos de metal oxidados...
La vida ahora no te sonreirá de mi lado,
No,
Nunca más.
Estrujaste mi mirada como si desenvolvieses un caramelo.
Destripaste mi alma como si cada tira de un regaliz se asemejase a mi alma.
Poco te importó lo que hacías,
menos lo que decías,
pues poco te importó abandonarme a la intemperie cual cachorro incomprendido,
que solo ladra por necesidad de afecto,
necesidad...
Olvidaste el motivo de mi marcha,
el egoísmo se apoderó de tu mente,
la ira de tu corazón,
y la impotencia de tus brazos,
que no sirvieron para otra cosa que para machacarme,
agarrar la mochila, llena de conocimiento,
y hacer que aún me sienta desterrado,
como guerrero de batalla perdida.
Pero te aseguro,
que toda tu ira,
y toda tu maldad,
llenará tan solo,
de rendición tu mente,
tu corazón,
y tus brazos.

1 5 9

No hay comentarios:

Publicar un comentario